ADVERTENCIA: Si lo único que te interesa de Japón son los tebeos, los videojuegos y los teléfonos móviles, ya puedes ir alejando tu desagradable trasero de este blog, porque no eres en absoluto bien recibido. Este es un blog sobre pordioseros, edificios asquerosos, viejas con forma de ele y resacas brutales con sake de pésima calidad.

lunes, 8 de junio de 2009

EL CAMINO RECTO, EL COMUNISMO CHINO Y EL EXPERIMENTO DE LAS BUENAS NOCHES POR LA MAÑANA


Esta semana he realizado, con éxito, un sencillo experimento para confirmar que son las revistas del corazón, los periódicos y las novelas de autoayuda (y no mis blogs) los que mienten, y que son el resto de los seres humanos y no yo, quienes viven una realidad paralela. Tal experimento ha consistido en dar a mis compañeros las buena noches en general y en voz alta todas las mañanas al entrar en clase unos minutos antes del comienzo de la lección. Durante tres días todo el mundo me ha respondido dándome los buenos días como si nada, hasta que al cuarto la chica coreana que se sienta delante de mí me ha dado un manotazo y me ha pedido que deje de hacer tonterías a esas horas.

Todas las mañanas acudo a clase en bicicleta por una excelente carril por el que sólo pueden circular bicicletas y peatones, y que además cuenta con bastante naturaleza para el nivel al que uno desafortunadamente tiene que acostumbrarse cuando vive en Osaka. Ese carril va prácticamente recto hasta mi escuela, y para tomarlo, sólo hay que desviarse menos de un minuto del camino normal, más directo todavía pero por el que circulan coches, y además no hay naturaleza. Pues bien, pese a que he enseñado el carril peatonal y bello a la mayoría de los compañeros de escuela que viven en mi residencia, el 99 por ciento de ellos (todos, excepto el luchador coreano de sumo) siguen utilizando el camino recto, por el cual se tarda 14 minutos en vez de 15 pero puedes ser morir atropechado y además la vista es fea. El camino recto.

El camino recto. Últimamente he visto a un chino de mi escuela con una camista del Valencia. Obviamente, no saben ni como se llama el equipo, porque además en China les cambian el nombre a los equipos y jugadores para adaptarlos a la pronunciación propia. Luego he visto a un japo salir con el uniforme entero del equipo ciclista Banesto de la época de Perico Delgado. Me he frotado los ojos, me he pellizcado me he tirado sake barato por la cabeza, pero era totalmente cierto. Lo del Japo, en un país hiperconsumista y de ciudades tan feas es normal que la gente acabe comprando absurdamente cosas extranjeras. Pero lo de China, con gobierno único de Partido autodenominado comunista, creo que es bastante triste que se produzcan este tipo de cosas.

Es una decepción que los chinos con los que voy a clase, que por otra parte son todos excelentes personas, -tipos tremendamente humildes, amables y educados-, carezcan tanto de ideas propias y estén tan obsesionados por Nike, Adidas, Obama y McDonalds como esta gente. El futuro de la humanidad, la prróxima superpotencia mundial. El país más antiguo del mundo, en el que desde el siglo XIV ya existian tiendas de antigüedades. Por supuesto que si en el futuro hay que elegir entre estar colonizados entre los bárbaros que nos dominan ahora y esta gente, me quedo por supuesto con esto con éstos, pero es una lástima que una generación de tipos en un país en crecimiento vertiginoso, los tipos jóvenes, que deberían tener ideas propias y estar deseando comerse la realidad, vayan por ahí sin más idea acerca del mundo que marcas yanquis. Mano de obra para las fabricas y mercado para las decadentes marcas occidentales. ¿Tu sueño en la vida?¿ Montar una tienda de zapatillas nike y adidas.

No digo que Japón o España sean mejores. Lo de España, sin duda, es muchísimo peor. Hemos pasado del típico Alfredo Landa guaperas obsesionado por fuscar a algo incluso peor; el progre, una aberración conceptual producto de tantos años de sociedad frívola, irresponsable y corrupta. Un imposible incluso a nivel semántico: tipo que se dice de izquierdas pero que sale un sábado por la noche y se gasta en pocas horas en bares pijos lo que se gasta en un mes una familia egipcia. Un tipo que se dice progresista pero que sostiene que Hugo Chávez y Evo Morales son populistas y o dictadores. Un tipo que se dice ecologista y que se gasta la mitad de su pasta comprando productos que maltratan al medio ambiente y que no tiene ninguna necesidad de comprar. Un personaje lamentable. Una ruina intelectual y una vergüenza.

Al fin y al cabo, los chinos y los españoles se parecen mucho más entre sí de lo que la continua propaganda eurocentrista y los racistas de turno quisieran admitir. Comparado con los japoneses, los chinos son tipos ruidosos, libres y espontaneos, por mucho que siempre se diga que son sólo los habitantes de la República Popular los que viven en una dictadura. Excepto un par de chicas inteligentísimas, mis compañeros son unos perillescos. Llevan año y medio en Japón y hablan un japonés pésimo. Tienen un vocabulario pobre, producto de no haber leído nada en años excepto las instrucciones de los videojuegos; gramática floja; inglés nulo. Cuando no entienden una palabra, en vez de preguntar al profesor que se lo explique despacio en japonés, se ponen a preguntarse entre ellos en chino vociferando de una esquina a otra de la clase.

Que la mayoría de los seres humanos sean en realidad más o menos lo mismo, no es, sin embargo una sorpresa. Porque igual que en la mayoría de las características humanas, y a muchas de las naturalezas se aplica la célebre campana de Gauss. Se puede aplicar a la belleza física, a los compañeros del curro, a la altura, a la inteligencia, a la calidad de los grupos musicales, al rendimiento de un grupo escolar. Siempre hay un cinco por ciento muy bueno, un cinco por ciento muy malo, y un noventa normaloide como dice el Profeta (la mitad de los vulgares, vulgar tirando a decente; la otra mitad, vulgar tirando a malo). Una campana perfecta.

Yo estoy sin duda entre los mediocres, soy un tipo absolutamente gris, nunca he destacado por nada. Mas por fortuna, cuento con una sola habilidad, modesta, pero importante. Es la capacidad , allá a donde voy, en cualquier país o lugar, de detectar y reconocer casi automáticamente a ese 5 por ciento de personajes grandiosos que consiguen que la existencia no sea insoportablemente anodina. Por eso estoy orgulloso de escribir un blog elitista, poco comercial y que sólo un porcentaje mínimo de la población tiene capacidad de apreciar. Por eso estoy orgulloso de los únicos tres lectores de este blog, personas que sin duda pertenecen a esa categoría agraciada a la que siempre me hubiera gustado pertenecer. El tipo que vive en un cajero por placer. El Iluminado, y una tipa con la que trabajé muchos años atrás y que era capaz de hacer, con los ojos cerrados, el trabajo que con gran esfuerzo nos costaba hacer al otro 95 por ciento de perillescos.