ADVERTENCIA: Si lo único que te interesa de Japón son los tebeos, los videojuegos y los teléfonos móviles, ya puedes ir alejando tu desagradable trasero de este blog, porque no eres en absoluto bien recibido. Este es un blog sobre pordioseros, edificios asquerosos, viejas con forma de ele y resacas brutales con sake de pésima calidad.

lunes, 14 de septiembre de 2009

MERAVELLES DE KASAI: KINKAKU-JI, GINKAKU-JI Y NANZEN'-JI

Últimamente van a predominar los artículos sobre viajes y excursiones porque estos días, cuando creíamos que la cosa se tranquilizaría después de las vaciones, nos están surgiendo muchas oportunidades al respecto. Por ejemplo, el paso fin de semana unos amigos de Rie nos invitaron a pasar el finde en una casa que su familia tiene en las montañas. Yo sabía que se trataría de un viaje interesante pero me imaginaba una casa de pueblo más como tantas otras que hay en las montañas de Japón. Pues resultó que la finca en cuestión no era sólo una casa de pueblo sino una gran hacienda rural de cientos de años de antigüedad que los antepasados del amigo de Rie, que habían sido en la antiguëdad aristócratas y guerreros (es decir, samurais) habían conservado durante siglos. Todavía se conservaban en la casa espadas varias veces centenarias, armaduras metálicas de guerra, monedas de la época e incluso condecoraciones recibidas de manos del propio emperador. Cuando tenga las fotos, ya escribiré un reportaje al respecto porque fue un fin de semana interesantísimo.

Vamos a seguir con el ciclo de meravelles de Kansai, que como es natural nos lleva periódicamente a Kyoto. Esta vez haciendo una ruta por tres templos que se encuentran en realidad bastante separados pero que se pueden ver en la misma expedición en orden aprovechando el pase de un día de barra libre de autobuses de Kyoto por 500 pesetas japonesas.


Kinkaku-ji (金閣寺)es sin duda uno de los edificios más famosos de Japón. La foto del "Pavellón de Oro"reflejado con el tejado cubierto de nieve es una de las estampas que aparece en todos los calendarios del país igual que la típica vista del monte Fuji nevado o del puente Tougetsukyo (渡月橋)de Arashiyama, también en Kyoto, con los colores del otoño en las montañas del fondo.



Es un edificio precioso pero que parece que haya sido diseñado sólo para ser visto sólo desde ese preciso punto y que al acercarte , desde mi punto de vista, pierde parte de su belleza.



Este edificio fue construído en 1307 como palacio de recreo de un aristócrata, pero posteriormente fue convertido en templo budista. Aunque el objetivo era cubrirlo enteramente de oro, sólo se cubrió el piso superior. En 1950, un monje que sufría transtornos mentales le prendió fuego, quedando reducido a cenizas y siendo reconstruído unos años después con el piso segundo también cubierto de oro. Basándose en ese incidente, Yukio Mishima escribió su novela Kinkaku-ji, que contaba la historia de un monje tartamudo y singularmente feo que desde su infancia se había sentido obsesionado con la belleza de este templo y lo había hecho objeto de sus extrañas fantasías hasta acabar enloqueciendo en la edad adulta. Una de mis motivaciones para seguir estudiando japonés es algún día ser capaz de leer esta novela en el idoma original, aunque está en inglés y puede que en castellano.

De hecho, el tal Mishima me parece una de las figuras más interesantes de la historia contemporánea japonesa. Novelista, dramaturgo, poeta, homosexual y ultraderechista que nunca aceptó la modernización de la sociedad japonesa y que llegó a organizar una sociedad fundamentalista con la que intentó un golpe de estado para restituir la figura (hoy meramente testimonial) del Emperador. Tras conseguir una entrevista con un comandante del ejército japonés, manatiaron a éste y se atrincheraron en su despacho, momento tras el cual el propio Mishima salió al balcón a dar leer discursos fascistas a los guardias y oficiales de aquella base militar emplazándoles a que se levantaran contra el gobierno. Como sus pronunciamientos fueron acogidos con cachondeo por aquellos, todos los miembros del grupo, incluido el mismo escritor, se suicidaron allí mismo siguiendo el ritual tradicional japonés, aunque hay indicios de que la idea del suicidio estaba preparada desde mucho antes.


El Pabellón de Oro está rodeado de un hermoso jardín del tipo de los de "para ser paseado". En el destaca una vista del templo que está pensada para hacerlo aparecer emergiendo entre las nubes, en este caso representadas por pinos.


Hay que destacar que justo al terminar el recorrido hay una tienda de suvenirs donde podemos degustar gratis una cantidad ingente de dulces japoneses e incluso el extraño té con oro que se muestra a continuación, con lo cual el precio de la entrada queda de sobra amortizado.

El Pabellón de Plata, Ginkaku-ji en sí no es tan hermoso a priori, pero cuenta con un delirante y maravilloso jardín de arena que se complementa con el palacio y con el paisaje de alrededor de manera maravillosa. El enorme cono de tierra simboliza el Monte Fuji.


No tengo ninguna foto buena del edificio en sí con el jardín de arena a sus pies porque cuando fui estaba en restauración y además lleno de gente. El edificio fue construído bajo la inspiración de Kinkaku-ji, de hecho se trataba del nieto del fundador de aquél. Pero por culpa de la guerra se acabo el dinero y a la muerte de su dueño todavía no había sido cubierto de plata como había pensado éste. A mi juicio, la grandeza de Kinkaku-ji es que sin ser en realidad de plata, consigue serlo dentro de la mente (al menos, de una mente como la mía, tan trastornada como el monje anterior). No sé si es por el nombre, o por la atmósfera crepuscular de alrededor, o por el jardín de arena plateada, pero yo a este templo lo veo totalmente de plata.


No lejos de allí, se encuentra el célebre paseo de los filósofos, y al final de éste, el Nanzen-ji, que significa el templo zen del sur, aunque a mi me gusta llamarlo el pabellón de madera, para completar la ruta de los elementos, junto con el de oro, el de plata y el de agua.

No es de los templos más conocidos pero si uno de mis preferidos. Destaca por su grandísima puerta de entrada, así como una gran cantidad de pequeños subtemplos e incluso, y eso es lo más delirante del asunto, con un acueducto de diseño europeo.



Al dejar atrás el templo y el acueducto el sendero sigue ascenciendo por la montaña, rodea un cementerio y llega a uno de esos de lugares misteriosos, casi de película de terror, que existen en las cercanías de muchos templos japoneses. Hay un pequeño santuario llamado oku-no-in, o "templo del fondo", curiosamente el mismo nombre que el templo más misterioso de Koya-san. Encima de ese pequeño santuario hay una gruta aún más pequeña con un altar, y al lado de ésta, una pequeña cascada a la cual acuden peregrinos a rezar, debajo de la misma, incluso en lo más crudo del invierno.


lunes, 7 de septiembre de 2009

MERAVELLES DE KANSAI: KOYA-SAN

Este verano he visitado dos lugares incluidos generalmente en la lista de maravillas de Kansai como son Koya-san y el castillo de Himeji. El segundo me decepcionó un poco. Pese a tratarse de un edificio interesantísimo, lleno de historia, sin la sobreabundancia de cemento del castillo de Osaka, y ser sin duda de los mejores castillos que se conservan en Japón, en un día sucio y gris como el que fuimos se veía algo desangelado. Por el contrario, Koya-san me sorprendió gratamente, uno de los lugares más misteriosos que he visitado en mi vida.

Koya-san es una pequeña meseta situada al suroeste de Osaka que está cubierta por frondosos bosques y rodeada de 8 picos montañosos. En el año 816, el poeta, sabio y religioso llamado Kukai (aunque después de morir, su nombre mutó a Kobo Daishi), fundó una comunidad religiosa que poco a poco se fue convirtiendo en una de las ramas más importantes del budismo japonés. Koya-san es en la actualidad lugar de peregrinación y culto por estar enterrado el propio Kobo Daishi, si bien lo que se dice es que en realidad no está muerto, sino meditando, a la espera de la llegada del futuro Buda.

Hoy en día, Koya-san alberga más de 110 templos situados en un impresionante escenario natural, con frondosos bosques de árboles centenarios. Es popular entre los habitantes de Kansai para refugiarse de las altas temperaturas y respirar aire fresco, y en los últimos años también entre los círculos progres extranjeros que acuden atraidos por la posibilidad de pasar la noche en uno de los templos de Koya por una módica cantidad totalmente abusiva y desorbitada que suele incluir shojin ryori. Shojin ryori es la variedad de comida vegetariana tradicional preparada por monjes desde hace siglos sin utilizar trozos de ningún animal muerto, pero sí un tradicional tofu hecho de sésamo. Ellos verán.






Parte de la belleza del viaje a Koya está en el propio trayecto; primero en un ferrocarril que surca los valles y asciende entre las montañas realizando cabriolas no aptas para cardiacos, finalmente en el popular teleférico que asciende a la montaña propiamente dicha. En Koya, lo mismo que pasa en Nara y en Kyoto, se corre el riesgo de incurrir en una sobredosis de templos. Lo más interesante es Oku-no-in, uno pequeño y misterioso situado al final de un enorme cementerio en el que además del propio Kobo se encuentran enterrados los budistas japoneseses de más alta alcurnia, así como varios personajes históricos japoneses, desesos de encontrarse cerca del señor Kobo cuando llegue el momento clave del budismo.


Un lugar fascinante en el que se conjugan la vida, la muerte y la naturaleza en sus formas más exhuberantes y desbordadas. Con el paso de los siglos, las piedras erigidas por el hombre son reclamadas también por el bosque, demostrándose la futilidad de toda obra humana, excepto las encaminadas a conseguir la inmortalidad por medios puramente científicos. Aunque no llega ser tan insoportablemente turístico como otros lugares de Japón, yo recomendaría ir en invierno, a ser posible en el momento del crepúsculo, con viento boreal fuerte y nevando; de todas formas en cualquier época, incluso en verano, la temperatura allí arriba suele ser más bien fresquita .


Como una telaraña en la que se entrecruzan mil vidas miserables; vidas que acaban por perderse para siempre, reducidas al polvo que siempre fueron, el laberinto de tumbas antiguas y modernas, igual que la existencia de cada persona, conduce inexorablemente a Oku-no-in, que de hecho significa "El templo del fondo".


Junto a unas terroríficas representaciones de Buda, encontramos el pequeño puente mostrado a continuación y a partir del cual empieza propiamente el lugar sagrado donde se encuentra Kobo descansando y donde está terminantemente prohibido tomar imágenes por ser un lugar sagrado. De hecho, es gracioso que en los documentales de la televisión japonesa, cuando se llega a este lugar, la pantalla se queda en negro o en imágenes de bosques indeterminados mientras que una voz te va describiendo el lugar propiamente dicho con ruido de pajaritos de fondo. ¿Cementerio igual a pajaritos?


A un lado del puente, en el interior del río, quedan unas extrañas inscripciones en memoria de niños que fueron abortados antes de nacer o bien que murieron ahogados.

Por supuesto, yo soy de los que piensan que junto a la tumba de todos los personajes célebres del budismo tiene que haber necesaria y obligatoriamente un río, metáfora de la reencarnación y del ciclo de la vida que pregonan muchas religiones orientales.


El templo principal alberga un fantasmagórico laberinto de farolillos, algunos de los cuales se dice que llevan más de 900 años encendidos. Aunque parezca más un santuario para rituales vudú; según las inscripciones del mismo, en este templo se reza por la paz sino-japonesa. El carácter alucinantorio y onírico de este templo no se capta bien en estas fotografías debido al uso del flash.


Las cinco o cinco y media de la tarde, hora en la que durante gran parte del año es de noche en Japón. En ese momento, los sacerdotes budistas, religión que en al menos en ciertas partes de Japón se caracteriza especialmente por su apego al lujo y al mundo de los placeres materiales (y si no sólo hay que ver los coches que conducen algunos de estos sacerdotes); como decíamos, a esta hora los monjes cierran los templos y se dedican a hacer orgías en las que terminan lanzándose los fajos de billetes recolectados con las donaciones de los feligreses, la venta de entradas a los templos, las ayudas del estado a la conservación de monumentos, las exenciones de impuestos y las pernoctaciones a precio de resort de lujo. Si alguien piensa que esta última es una opinión infundada y arbitraria, que compre mañana por la mañana el periódico el País y lea todo lo que dice el periódico sobre Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, etc. A su lado, este artículo se convierte en un minucioso y bien fundamentado ejercicio de rigor periodístico.

Voy hacer una curiosa reflexión que acaba de ocurrírseme. Los países de credo budista, religión de a la que se le supone un gran desapego por lo material, se están convirtiendo en los más consumistas del mundo; del mismo modo que los Estados Unidos, país cuyos dirigentes y la mayoría de la sociedad enarbolan el cristianismo, se esfuerzan por demostrar su "amor al prójimo" en todo el mundo, empezando por Iraq y Afganistán pero sin olvidar sus últimas iniciativas en Honduras y Colombia y sin que se nos olviden nunca las viejas.

Para acabar con Oku-no-in, reiterar nuestra recomendación de venir a ser posible en invierno, en el atardecer, nevando y solos (y si no es posible en solitario, buscarnos la acompañía de algún peligroso asesino en serie, o si eso no es posible, cualquier transtornado medianamente peligroso también sirve); así disfrutaremos mejor de la atmósfera expresada en la fotografía siguiente:


Koya es también un buen lugar para pasear cuando no es de noche y no hay zombies ni espíritus de niños ahogados merodeando. Pero es recomendable siempre llevar el papeo de abajo, dada la pocas posibilidades que se ofrecen al bolsillo de un pordiosero un lugar como éste.

Otro de los sitios recomendables que no suelen aparecer como imprescindibles en las guías es el Daimon, la gran puerta de entrada al pueblo. Aunque hoy se encuentra junto a una vulgar carretera, en el pasado aparecía de súbito al llegar caminando por el único camino entre las montañas, debiendo de causar un gran efecto en los peregrinos de esa época, lo mismo que ocurriría, en la misma época pero a miles de kilómetros de allí, con los que hacían el camino de Santiago.



De esta magnífica puerta destacan los guerreros mitológicos llamados Nyo, criaturas míticas del budismo japonés que protegen la entrada al recinto de los templos y que, igual que los de Todaij en Nara suelen ser obras de arte de gran perfección, que parecen siempre estar a punto de tomar vida.

La vista desde aquí está en el ránking de las 100 mejores de Kansai.

El edificio más espectacular del conjunto es, sin embargo, el que tiene por nombre Garan, con su espectacular pagoda, que lamentablemente fue destruida en 1937 y vuelta a construir idénticamente a la original de madera pero en aluminio, y reproduciendo las espectaculares pinturas originales con Dainichi-nyorai (buda cósmico), flanqueado por cuatro seres que también parecen venidos de otra galaxia. Por desgracia, estaba prohibido tomar fotografías, y la mirada amenazante del monje local, probablemente armado con un revolver americano con silenciador, no invitaba demasiado a arriesgarse.




lunes, 31 de agosto de 2009

CAMBIO DE GOBIERNO EN JAPÓN

Disfrutando de una hermosa resaca estival porque la taja de translación de anoche se nos fue de las manos, seguimos con el blog, (ya con un solo lector, pero de máxima calidad), para hacer un análisis de las elecciones de ayer y del cambio de partido en el poder, el segundo que se produce en Japón en los últimos 74 años.

Tratándose de un país tan poco interesante y donde nunca ocurren cosas raras, las eleciones y la camapaña electoral japoneses tampoco tienen apenas nada reseñable, aunque yo siempre recomiendo sentarse un domingo por la mañana en la plaza del barrio, con unas cuántas latas de strong en la mochila, para ver como los distintos candidatos locales de cada partido van apareciendo con micrófono o megáfono en mano para taladrar con sus robóticos discursos a los ciudadanos, quienes a su vez suelen ignorarlos por completo. Este año también se ha puesto de moda que todos los miembros de un partido determinado se vistan con uniforme ciclista del color de su grupo y salgan a pirular en bici por el barrio, presentándose en voz alta al paso a cada vieja que se cruzan en el shotengai.

Decíamos que esta vez hay un cambio de siglas en el poder, porque en Japón también funciona el sistema PPPSOE pero con tres miembros en vez de dos. El partido Liberal le deja el paso al Liberal Democrático, lo cual no significa ningún cambio de políticas pues, igual que en cualquier país del llamado mundo libre, en Japón todo está decidido de antemano y los partidos principales no son sino títeres de las grandes empresas, que este país ejercen el poder de manera totalmente abusiva y descarada.

Dejan el poder los Liberales Democráticos, que representan los intereses de la clase empresarial y de la élite pro yanqui en el poder, con un presidente semianalfabeto que tenía un índice de aprobación de más o menos el diez por ciento y que pertenece a una de las familias más adineradas del país, (de hecho ocho familiares suyos ya habían sido presidentes y muchos lo serán en el futuro si no media una revolución). La gestión de Aso ha sido desastrosa, aunque no tanto como el fatídico Koizumi (Pequeño Manantial), de su mismo partido, cuya política se limitó a la privatización psicótica de toda empresa pública que cogía por medio, lo cual llevó a millones de japoneses directamente a la indingencia y sumió a Japón ya no dólo en la decadencia espiritual, moral y social en la que se encontraba ya antes, sino también en el camino de la decadencia macroeconómica.

Ávidos córvidos, negros
ojos huecos, tumbas vanas;
hoscos lebreles crueles,
cínicas telas de araña...

Las únicas medidas de Aso al respecto de los profundos problemas que aquejan a la sociedad japonesa actual han sido forzar continuos enfrentamientos innecesarios con Corea del Norte para tener otro tema del que hablar y distraer la atención. La campaña electoral de este partido ha sido pésima, tratando como bebés a los ciudadanos al presentarse como el único partido capaz de "cuidar" a los japoneses ante la gran amenaza, (en realidad ficticia), de Corea. Han pasado de más de 300 diputados a unos ciento y pocos, uno de los mayores descalabros de la historia para un partido de gobierno en cualquier país del mundo.

Nuevo Primer Ministro el señor Hatoyama (Paloma Montaña), del Democrático a secas(vaya nombres), una escisión noventera del Liberal mojado que ha anunciado gran cambio pero que pondrá en marcha políticas muy parecidas al del gobierno anterior. Puies igual que Aso, Paloma Montaña es un multibillonario de derechas que viene de otra de las familias más influyentes de Japón, aunque Paloma Montaña sólo tiene 3 ex primeros ministros en su familia y no 9 como su predecesor. Además, la mayoría de los miembros de su partido estuvieron en el pasado en el otro y piensan igual, y el partido, igual que el que hasta ahora estaba gobernando, se financia con donaciones de la gran industria. Los liberales demócratas arrasan, pasando de poco más de cien escaños a más de 300, aunque la mayoría de los japoneses no están de acuerdo con su política, ha sido básicamente un voto de castigo. En particular, al ver a Paloma Montaña sin volumen solo me parece ver miedo en sus ojos, creo notar que es un tipo con temor a fallar porque representa los intereses de otros más fuerte él que lo tienen reo y además esconde grandes secretos, un pasado lleno de actos malvados, ruines y cobardes.

El tercer partido de Japón, y el segundo de los grandes derrotados de estas elecciones, perdiendo también un montón de escaños incluso en sus feudos tradicionales, es el Komeito (new Komeito en inglés), el Nuevo Partido de la Claridad Pública, si se puede traducir de alguna forma nombre tan aberrante. Partido tan prescindible como los dos anteriores y que estaba hasta ahora en el gobierno en coalición con los liberales. El Komeitito es otro partido de derechas con el matiz de que representa los intereses de cierta secta del budismo en Japón. En estas elecciones vinieron un montón de voluntarios de todo Japón a Kansai, baluarte de este partido, para ayudar en la campaña de sus peces gordos, con poco éxito. No paran de afirmar que su objetivo es gobernar para todos y no para el budismo; si eso es verdad es un partido totalmente rebundante pues ya hay dos partodos conservadores con representación parlamentaria (a mi entender uno es demasiado, lo ideal es uno solo pero con poca representación). Y además, yo estoy convencido (aunque por ahora carezco de pruebas), de que la mayoría de los budistas japoneses son paramilitares ultraderechistas como el Dalai Lama, que simplemente parecen tipos tranquilos y a los que parece que les gusta meditar pero en realidad sólo están esperando el momento oportuno para alzarse en armas.

En cuarto lugar está el único partido de verdad de Japón, el PCJ, pese a que se han moderado un poco en los últimos años con el carismático señor Shii, (con su cara de tontaina pero discursos de gran inteligencia) un tipo que va cada tiempo a Toyota para pedirles que dejen de expulsar a gente a vivir al parque. El programa de este partido es el único que propone políticas concretas a problemas concretos, y además son los únicos que se oponen al despliegue de tropas japonesas a la presencia de bases yanquis (igual que Irak y Afganistán, Japón está bajo ocupación imperial), y al permanente hostigamiento a Corea. El PCP aboga por una transición al comunismo gradual y respetando escrupulosamente la democracia formal al estilo Chávez. Si llegaran al poder, lo primero que harían es que la sanidad pública fuera gratis por lo menos para niños y ancianos, aunque a medio plazo pretende conseguir derechos para los japoneses similares a los que disfrutan los europeos (vacaciones de al menos un mes, educación y sanidad gratis para todos). Tienden por lo tanto, estrictamente hablando, más a la socialdemocracia bien entendida que al comunismo estricto, si bien socialdemocracia en un país ocupado por el ejército yanqui invasor ya es un avznce.

Aunque son el partido que más ha visto crecer el prestigio y el número de afiliados por cada vez más japoneses, se quedan con los mismos nueve escaños que ya tenían. Les han perjudicado lo terminos bipartidistas en los que se han planteado las elecciones (IU estuvo a punto de desaparecer del mapa en una coyuntura así), así como el sistema japonés en las que casi todas las circunscripciones son de parlamentario único, lo que significa que aunque han quedado tercero en muchas de ellas y como mínimo cuarto en casi todas, se quedan fuera porque sólo gana uno). De todas formas, veo bien al PCJ en el futuro porque se han concentrado en trabajar a nivel local y tienen sedes en todos los barrios trabando para ayudar a toda la gente con problemas que el gobierno se niega a ayudar al margen de suministras cerveza fresquita a precio razonable 24 horas al día en los convinis. Y además, en cuanto los japos vayan comprobando que los Liberales democratiquitos son un fraude y que van a seguir con las políticas pro yanquis que llevan al país a la deriva junto a la nave principal, entonces se daran cuenta que la única opción, como en todas partes, es un partido de izquierda fuerte, coherente y sin remilgos.

miércoles, 19 de agosto de 2009

UN PAÍS NORMAL

japon sin ninguna duda es el pais mas occidentalizado y menos exotico de asia, yo resumiria sus "rarezas" en el manga, la servidumbre de la gente, el abuso publicitario, el porno y el ultraconsumismo, ya esta, no tiene mas.

Es normal que un taxista viejo en traje y pajarita pare el taxi en una esquina del centro y se ponga a orinar tranquilamente en la pared; es normal que haya más bicis que coches en las ciudades, y que en algunas ciudades paseen ciervos por el centro; es normal que en muchos sitios vendan el café al doble de precio que un bocadillo; es normal ir a visitar un país que no es interesante y hacer más de tres mil fotografías.

Es normal que hasta el interior más pequeño autobús de barrio sea más ruidoso que un aeropuerto británico; es normal estar nadando en una piscina pública entre yakuzas y viejas y que de repente todo el mundo salga del agua para practicar los cinco minutos de gimnasia que son obligatorios cada hora en todas las piscinas públicas; es normal que haya yakuzas y que a veces les falten dedos, es normal que en incluso el parque más pequeño tenga al menos un mendigo propio.

Es normal que un país bajo el yugo del capitalismo norteamericano durante tantas décadas no sólo no haya renunciado a su cultura sino que la siga ampliando en todo momento con aportaciones propias e incluso se la haya impuesto a buena parte del mundo; es normal que haya robots en paro, es normal que los monjes vendan felicidad en los templos; es normal que en época de elecciones, el candidato salga a gritar a los parques con un micrófono o megáfono.

Es normal que desconocidos te regalen cosas por la calle por ser extranjero, que una chica joven que nunca has visto se te acerque para preguntarte si estás soltero y qué plan tienes para esta noche; es normal que en un país haya más de 50 compañías diferentes de tren y más de 10 en una sola ciudad; es normal que una ciudad tenga dos chentros, que otra ciudad no tenga chentro, que otra sea todo chentro y que en otra el chentro rodee la ciudad; es normal que el nacionalismo periférico consista en pelearse para ver qué región es la más auténticamente japonesa de todas.

Es normal que en una ciudad haya un templo de oro y uno de plata; es normal que haya jardines sin vegetación alguna, jardines de arena y jardines de piedra; es normal que la Constitución de un país la haya escrito otro país; es normal que el tercer partido más votado sea una secta religiosa y que haya un partido de la felicidad alcanzable que prometa bajar el IVA al cero por ciento.

Es normal tener que dar vueltas en una estación de tren buscando un sitio vacío para aparcar la bicicleta; es normal ir durmiendo en el tren y despertarte porque un viejo, ante la pasividad de los otros viajeros, te ha tomado por un americano y se dedica a insultarte con argumentos antiyanquis con los que estás absolutamente de acuerdo; es normal ir a un concierto y que te entrevisten para la televisión porque eres el único extranjero que fue al concierto.

Es normal que haya viejas y niñas prostituyéndose en escaparates en un país en el que el paro no llega al 5 por ciento; es normal que haya ancianas con forma de ele; es normal que en un barrio en el que habitan sólo pordioseros y perdedores sea casi imposible que te atraquen. Es normal el pachinko, el sumo, el kabuki, el bunraku y el ukiko-e.

Es normal que haya una comisaría de policías en cada esquina sólo para dar direcciones; es normal que las abuelas vayan a comprar en bicicleta, con un paraguas en una mano y hablando por el móvil; es normal acabar tapándote los oídos porque no aguantas el ruido normal de la ciudad normal a una hora normal; es normal que en las estaciones de tren se oigan tres o cuatro anuncios diferentes a la vez por megafonía.

Es normal que te saluden tipas vestidas de colegialas por la noche, y que un viejo cambie de vagón para hacerse una foto contigo; es normal que en la segunda potencia económica mundial haya gente que vive en una casa hecha con paraguas, o con planchas metálicas, o con trozos de lanchas, o en una casa bicicleta, o en unos lavabos públicos; es normal que en muchos lugares hayan las tiendas de campaña en las que viven mendigos acaben formando pequeños poblados.

Es normal que una tipa que ha estudiado toda su vida inglés en el colegio no sea capaz ni de saludar en ese idioma; es normal que la recpeción de un hotel y todas sus habitaciones se queden abiertas toda la noche; es normal que haya más hoteles por horas que hoteles normales, es normal que los templos se derriben cada 20 años y vuelvan a ser construidos en el mismo sitio y con el mismo diseño.

Es normal comer sobre el cuerpo de una joven desnuda; es normal que exista la tradición de quemar montañas; es normal que haya escuelas para perros y escuelas en las que se aprende durante años como servir el té; es normal que en la mayoría de las familias convivan miembros de 3 o 4 religiones junto ateos sin disputas de ningún tipo; es normal que en los dibujos animados, incluso los infantiles, a las chicas siempre se les vean las bragas.

Es normal que te den de desayunar y de merendar gratis en los supermercados; es normal entrar en una tienda y probar todo el género sin comprar nada; es normal que un idioma se escriba con 4 alfabetos diferentes, a menudo mezclados en la misma frase; es normal que el presidente del gobierno se equivoque a menudo al leer en su propio idioma; es normal que a cualquier sitio que vayas, a cualquier hora, siempre esté lleno de gento.

Es normal comer pescado crudo, o cangrejos gigantes con forma de alien; es normal entrar corriendo desnudo en un templo; es normal que un empresario trajeado se saque de su maletín un tebeo guarro y se ponga a leerlo en el tren a la vista de todos.

domingo, 26 de julio de 2009

VACACIONES DEL BLOG

"Un pais que es como las afueras de una gran ciudad europea solo que la gente tiene los ojos achinados y son servidumbre esclavizada, no hay nada nuevo, nada raro, ninguna novedad."


Estimados lectores (tres) de este blog: parece que el monzón se prolonga este año más que nunca, y volver cada día a casa en bicicleta es como cruzar el Nilo pedaleando. Pese ello, y pese a la humedad brutal, la lluvia constante y el calor extremo, nos alegramos de haber entrado ya en periodo de semivaciones; yo todavía voy a clase hasta el jueves pero en modo totalmente pasivo, y Rie, como trabaja en un cole, más afortunada que el común de los japos, ya no trabaja hasta septiembre.



Es época de conciertos, tajas y festivales. El miércoles hubo taiko gratuito, género músical japonés que consiste en un grupo de percusionistas no profesionales que gritan mientras tocan gigantes tambores; el taiko de esta semana fue excelente, taiko interpretado por marujas que poseían mucha más marcha y calidad que la mayoría de los grupos jóvenes españoles de cualquier género moderno. El viernes el festival típico de Kyoto, Gion matsuuri, que consiste en un centenares de viejos sudorosos tajados y vestidos de blanco gritando: "!Ésto, ésto, ñesto!. Y luego: "Parece delicioso parece deliciosos, parece delicioso". Después: "!Aquello, aquello, aquello...!, "!demos vueltas, demos vueltas, demos vueltas!". Para terminar, el sábado, taja, papeos, fuegos artificiales de tres horas de duración en Sakuranomiya.



En breve, dos de los tres lectores del blog me visitarán, con lo cual, entre unas cosas y otras, no voy a tener tiempo de escribir nada más en el segundo mejor blog de la historia en castellano ni en el primero hasta finales de agosto. Os recomiendo entonces aprovechar para leer artículos viejos, escribir comentarios (intentaré contestarlos todos) y poneros también al día del Chino Muerto. No olvidemos también que estoy escribiendo la peor novela de la historia, aunque no tiene nada que ver con este blog. A finales de agosto volveremos con los habituales reportajes, fotos y coleccionables exlusivos.


Me despido con una preciosa panorámica de Osaka desde las montañas de alrdedor. Feliz Navidad a todo el mundo.