ADVERTENCIA: Si lo único que te interesa de Japón son los tebeos, los videojuegos y los teléfonos móviles, ya puedes ir alejando tu desagradable trasero de este blog, porque no eres en absoluto bien recibido. Este es un blog sobre pordioseros, edificios asquerosos, viejas con forma de ele y resacas brutales con sake de pésima calidad.

lunes, 11 de mayo de 2009

TAJAS DE TRANSLACIÓN

Aunque por supuesto sigo practicando por estos lares casi todas las modalidades de taja tradicional, destacando las tajas con takoyaki en casa de Unión y Alicia japoneses, últimamente me dedico a desarrollar una nueva modalidad de taja creada por mí mismo, a la que llamo “taja de translación“. La taja de translación no es en realidad sino una variante de la taja de transición, tipo de taja que quizás algunos de los lectores de este blog no conozcan. Es por ello que voy a repasar primero en qué consiste la taja de transición clásica, para luego explicar en qué consiste la nueva.

Según, el Diccionario del Comité, una taja de transición consiste “en una taja que se celebra normalmente en domingo o cualquier jornada siguiente a una taja brutal y anterior a un día de trabajo. El objetivo de este tipo de taja, que requiere un altísimo nivel de experiencia y maestría para su correcta aplicación, es mantener un estado de ebriedad suficientemente alto como para anular los síntomas de la resaca provocada por la taja del día anterior, pero a la vez lo suficientemente bajo como para que la resaca del día siguiente sea mínima."

La taja de transición la desarrollamos el que escribe estas líneas y el Pordiosero (un tipo feo y asqueroso que regenta un curioso blog sobre sandwiches que podéis leer aquí), durante la época en la que vivíamos en el condado de Oxford, como método para hacer más llevadera nuestra ya de por sí jovial existencia de entonces. Desde entonces, a través de los años, y también con otros personajes, hemos protagonizados innumerables tajas de este tipo.

Aunque hay que reconocer que el Pordiosero es un maestro en ese tipo de tajas, también hay que reseñar que con cierta frecuencia, sobretodo en su época británica, este tipo de borracheras se le iban de las manos, con el resulado de lo que en principo estaba pensado para ser, como su nombre indica, una simple transición, degeneraba hasta acabar yendo al curro al día siguiente, directamente desde el lugar en el que se celebraba la taja, todavía borracho, apestando alcohol, y sin haber dormido en toda la noche.

Existen también personajes, como el Vikingo Macabro, que no pueden realizar tajas de transición porque sus tajas son siempre hasta caer al suelo, cosa que no puedeo hacer menos que aplaudir.

La taja de translación la vengo celebrando últimamente en solitario algunos domingos por la noche. Resulta que muchos domingos, como los festivos no tengo papeo incluído en casa, si no hemos ido de viaje ese día porque estamos cansados del viaje del sábado o porque el tiempo no acompaña, a veces Ri me invita a cenar a su casa con su familia, donde suele caer siempre alguna botella de vino, de sake o varias chelas. Como consecuencia, suelo salir de allí en un estado de taja moderada, totalmente satisfecho, por supuesto, pues además la comida siempre es maravillosa, pero con la sensación de que debería desarrollar un poco más esa taja y no tirarme por encima ese inicio de taja.

Como desde casa de Ri hasta la mía todavía hay una hora y pico, y dos transbordos, la taja de translación consiste en ir tajándome durante ese tiempo, aprovechando que en Japón no sólo se puede beber alcohol en cualquier sitio (incluyendo por supuesto el interior de las estaciones y de los trenes), sino que el alchol se vende también a cualquier hora del día, no sólo dentro de las estaciones !sino incluso en los propios andenes mientras esperas el tren!, con lo cual es técnicamente posible comprar una chela incluso hasta 3 segundos antes de que parta nuestro tren, y bebérnosla luego sentado dentro del vagón.

La primera lata de tenis la compro por tanto en la tienda de conveniencia (conbini) que hay junto a la estación del barrio de Rie y me la bebo esperando el tren y dentro del mismo. Las otras dos latas caen en los dos transbordos siguientes (existe una manera para llegar a casa con un sólo transbordo, pero es bastante más cara). Al llegar a la última estación a veces compro una cuarta lata para bebérmela en el breve camino que va desde tal estación hasta el lugar donde tengo aparcada la bici con la que voy desde la estación a casa. Pero por lo general a esta última lata suelo renunciar porque ir demasiado doblado en bicicleta puede ser peligroso incluso en Japón. A demás, la belleza de una taja de translación consiste en ir bebiendo una lata diferente en el momento de subir a cada uno de los trenes que nos separen de nuestra casa. La última lata, por lo tanto, no es imprescindible, e incluso algunos puristas la considerarían innecesaria, simple retórica.

La taja de translación se parece a la taja de transición en que tiene que ser lo suficientemente fuerte como para que sea digna de ser llamada "taja", pero lo suficientemente suave como para que puedas volver a casa sano y salvo; o como para no encontrarte tan resacoso y de mal humor al día siguiente que acabes insultando a la profesora de japonés cuando te hace una pregunta estúpida como cuál es tu comida japonesa preferida o si en España también existen los semáforos.

Otro de los aspectos hermosos de la taja de transición es que si se efectúa lo suficientemente tarde (en Japón se cena a las 6 de la tarde: durante gran parte del año, a esa hora ya se ha hecho de noche), pongamos sobre a las 11 de la noche, y en domingo, las estaciones y los trenes que vamos a utilizar se encuentran casi totalmente vacíos y muchos de los tipos con los que nos cruzamos tienen un aire sospechoso, con un gran número de ellos realizando taja de translación como nosotros.

Hay que destacar también que el recorrido desde casa de Ri a la mía se hace atravesando algunos de los barrios más feos de Osaka. Concretamente el propio barrio de Ri, Higashi Osaka (que literariamente significa Osaka este), es un suburbio caótico y sin apenas zonas verdes que combina la peor arquitectura soviética con varas autopistas estilo yanqui que se cruzan con vías de tren en altura, así como algunas pequeñas fábricas y almacenes, entre las que destacan una fábrica de tuercas y herramientas industriales que hace unos meses lanzó su propio satélite al espacio, simplemente como proyecto del dueño de la fábrica para hacer propaganda de la excelencia y precisión tecnológica de su empresa. La mayoría de las estaciones de tren en este barrio son de una fealdad casi terrorífica.

Uno de los aspectos más fascinantes del país del sol naciente es que, en lugar de un sistema de bienestar social como el que tenemos en Europa (educación y sanidad pública gratuita, ayuda a los colectivos desfavorecidos, asistencia social, etc), el sistema japonés de la seguridad japonesa, mucho más barato y sencillo, se limita básicamente a una intensiva red de tiendas de conveniencia (llamados conbinis) con neveras repletas de chelas y otras bebidas alcohólicas, que se venden a buen precio las 24 horas del día en cualquier esquina del país.

En cuanto al tipo de chumeo vendido en el conbini, el rey es, por supuesto, la chela. Las marcas básicas son a 139 yenes en el conbini (pinpón), al cambio actual casi un euro justo, lo cual es algo caro comparado con el supermercado, pero si piensas que están frías, que están disponibles 24 horas, y que la chela de 8 grados también se vende al mismo precio, entonces te das cuenta de que se trata de un servicio social excelente a un precio totalmente razonable.

Siguiendo la descripición del chumeo que se vende en cualquier conbini, una opción más violenta que la chela son las latas de cristal de sake, más baratas, de menor calidad que la chela, y con un sabor horrible, pero con una característica que las hace muy atractivas: más o menos el triple de grados.

La tercera opción consiste en una serie de cóckteles de 8 grados de alcohol (normalmente vodka) con acompañamiento de diversos sabores de fruta; limón, lima, pomelo, cereza y uno que tiene incluso golosinas dentro y está también riquísimo aunque demasiado dulce para mi gusto.

Estas latas de "refrescos con alcohol" o "cubata japonés de lata" se venden a 200 yenes el tenis. También parece caro con respecto a la chela, pero si piensas que por 600 yenes (más o menos 5 euros) te has cascado 1 litro y medio de vodka con limón como si nada mientras vas por la calle paseando, y que además, considerando sólo el sabor, está bastante bueno, entonces resulta una inversión es fantástica. Ahora que se acerca el calor brutal, los sabores limón, lima y pomelo en particular, siempre bien fresquitos, resultan más apetecibles que nunca, y por lo tanto pronostico que van a ser la gran sensación del verano.

Qué sed me está entrando al escribir este artículo. Voy al conbini de la esquina y ahora vengo.

Las tajas de translación se basan en una combinación de los tres tipos de bebidas señaladas arriba; la elección de una u otra depende de las necesidades del momento.

Sin embargo, de vez en cuando experimento con otros tipos de bebida también disponibles en los conbinis. Es el caso de la lata de güisqui con un poco de agua. En realidad ni el güisqui ni el agua me gustan demasiado, la compré una vez simplemente para probarla, creo que cuesta 16o yenes o por ahí; lo mejor que tiene es que supera los 10 grados, aunque ahora no recuerdo exactamente cuántos.

Decir que en los conbinis también se venden botellas de vino, güisqui, ginebra y diversas bebidas alochólicas sólo disponibles en Japón. Excepto el vino, que suele costar el doble o triple que en España, el resto (incluidos la ginebra y el whisky extranjeros) se venden en los conbinis a precio más barato que en los supermercados españoles (aunque por supuesto, igual que todo el alcohol que hemos descrito en este artículo, es todavía más barato comprarlas en los supermercados japoneses que en los conbinis). Con lo cual, el botellón a base de comprarte una botella y la mezcla es técnicamente posible en Japón. Aunque a mi entender, no resulta recomendable por cuanto se venden varios tipos de cubatas enlatados a buen precio.

Para finalizar, comentar que he descubierto ya la fabrica de chela de la que me hablaba Mazaki. Esta fábrica está a biking distance de mi casa y tres paradas de metro. Para visitarla, hay que reservar una semana antes. La visita turística consiste en un video propagandístico de 25 minutos, una pequeña ruta por la fábrica, y luego te regalan tres pintas de las tres variedades de chela que se producen allí.

7 comentarios:

unión dijo...

Que tiempos cuando desayunabamos martinis

El profeta Azul dijo...

Muy completo hombre! en los conbinis esos hay viejos taladrando a la peña?

El profeta Azul dijo...

Quise decir si hay viejos tipo barra de bar merodeando los conbinis esos, no se si me entendio.
Otra: Se vende hielo en bolsas a buen precio? EN caso de querer hacer un botellon como dios manda, con insultos, ginebra, hielo, vasos y limon en un puente de esos con marxa o en un campamento de indigentes, puede ser necesario.
La fabrica no se yo si vale la pena ir.

Usted podria poner un link a su blog en Ciao, sino tiene nombre de usuario ya se lo pongo yo si quiere, aqui hay informacion muy util y que no se consigue en ningun lado y hay que darla a conocer

Elvar dijo...

Bolsas de hielo creo que no hay, habría que ir al supermercado. El conbini, como su nombre indica, sólo vende lo esencial, el hielo puede ser esencial en España, pero si ya te venden cubatas fresquitos de la lata, deja de tener sentido en Japón, es demasiado esfuerzo. Si estás en un parque japonés, no hace falta ni siquiera que compres todas las latas de golpe, puedes ir comprándolas de una en una porque está cerca, el problema es que creo que latas de ginebra no hay, solo vodka, whisky, sake, sake con golosinas, chela y sake de ciruela (buenísimo, aunque por desgracia tan solo 4 grados)

Elvar dijo...

Tengo un usuario pero no sé bien cómo funciona. Póngame un montón de links porque esta página tan interesante no la lee nadie, de hecho este artículo tan "útil", llevaba dos semanas puesto sin que nadie se diera cuenta. Quizás también las guías de este blog junto con las guías excelentes se puedan poner en ciao, no?

Makazi dijo...

Ah lo de las tajas es muy interesante ya que yo no tengo el placer de poder pillarme una taja con Fanta de Naranja... es bueno conocer lo que sienten los demas... Por cierto merecio la pena el video de 25 minutos..????

Elvar dijo...

Ay, todavía no he ido a la fábrica de chelas, estoy buscando a alguien que no beba para que me ceda sus tres vasos y así hacerme seis...